A la hora de mostrar dos ejemplos sobre buen y mal Marketing, intento acercarme más a la perspectiva de un consumidor (necesariamente subjetiva) que a un análisis riguroso del Plan de Marketing de las compañías. En mi opinión podemos encontrar ejemplos de buen y mal hacer en las siguientes empresas:
SPOTIFY
La compañía sueca de servicios de música en streaming ha sabido llegar al consumidor y a la postre labrarse un hueco en el difícil y convulso mercado musical. Su vasta oferta de canciones ha conseguido lo imposible: conseguir competir con la oferta de música "pirata" o ilegal, esto es, hacer que el usuario prefiera escuchar la música a través de su servicio en casi cualquier dispositivo (generando ingresos para la compañía y el músico) en lugar de tomarse la "molestia" de descargarla y obtenerla gratis.
Su modelo de negocio se basa en dos opciones: una gratis y lo suficientemente amplia y escasa en anuncios como para resultar cómoda para el consumidor; y una "premium", sin anuncios y con una mayor calidad de sonido, pero que no se trata de imponer ni vacía de contenido la oferta anterior. En una primera etapa de crecimiento, puede considerarse su integración con redes sociales (en particular Facebook) como un éxito a la hora de darse a conocer y captar una base de usuarios. Es destacable asimismo su rápido crecimiento y adopción de toda clase de dispositivos donde escuchar música: no solo ordenadores, sino que con el tiempo se han ido extendiendo a toda clase de móviles y tabletas de iOS y Android. Llegados a este punto, y con un público fidelizado, no es de extrañar que muchos usuarios opten por las ventajas del modelo premium (de donde Spotify obtiene el grueso de ingresos) en una plataforma que ya conocen y que les transmite calidad, inmediatez del servicio y confianza.
En definitiva, no cabe duda de que los servicios de música en streaming en general, y de Spotify en particular, están redefiniendo por completo la industria musical, ante el tradicional inmovilismo y los lamentos por pérdidas de piratería del sector. Spotify no solo ha sabido encontrar un hueco de mercado, sino que ha supuesto todo un cambio de tendencia para el mismo. Y es que el entorno online ya aporta el 45% de los ingresos totales del negocio musical.(http://www.elmundo.es/economia/2014/09/21/541c8f1ce2704ee2378b456f.html).
MEDIA MARKT
Por otro lado, tampoco se puede dejar de mencionar su estrategia en el área de la publicidad (para el recuerdo queda la frase "yo no soy tonto", apelando directamente a la inteligencia del consumidor y en buena medida avasallándole). Recientemente han suavizado algo el uso de su eslogan y también su política publicitaria, pero parecen haberla sustituido por otros anuncios en ocasiones chabacanos o vulgares. Una estrategia esta, la de llamar la atención, que en mi opinión lejos de ayudarlos les perjudica o bien reduce su "target" potencial. Algo de lo que parece estar convencida la propia policía nacional (véase la metedura de pata de su community manager en Twitter).
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